El espacio que nos recibió desde antes
“Tener a Orsai en la Plaza es hacerle un mimo al pibe de 20 años que venía sin un mango a ver qué pasaba en Buenos Aires”, dijo Casciari, casi emocionado. Gabo y Javier recordaron funciones, recitales, noches de hambre y de sueños en las escaleras del anfiteatro.
El Paseo La Plaza, fundado por Felipe Kompel hace cuatro décadas, no es sólo un complejo teatral. Es un ecosistema con 150 especies de árboles, intendentes rotativos, cocinas abiertas a las 5 de la mañana, y vecinos que prestan cables, pies de micrófono y buena onda.
Historias compartidas y proyectos futuros
Javier Madou, productor y nexo entre ambas instituciones, lo dijo claro: “Orsai es un socio raro, pero estimulante. Nos empuja a crear, a buscar, a salirnos del molde”. Y agregó: “No hay nada que se parezca al Paseo La Plaza en el mundo”.
Casciari coincidió: “Este lugar nos permite hacer funciones, talleres, cabarets, escuelas de narrativa y hasta streaming con sentido. Estar acá nos pone de buen humor y nos hace soñar”.