Con su estilo ácido, veloz y entrañablemente absurdo, Ricardo convierte cada función en una experiencia única e irrepetible.
Vas a reír, vas a pensar, y probablemente también vas a querer volver. Porque lo que pasa en el escenario no se repite: se vive.
Las entradas incluyen dos bebidas de cortesía (cerveza, gaseosa o agua)